En los años cuarenta, se descubrieron unas imponentes piedras rocosas de distintos tamaños y con forma esférica en el delta del Diquis, al sur oeste de Costa Rica. Son de diferentes tamaños. Las más pequeñas tienen sólo unos pocos centímetros de diámetro y las esferas más grandes llegan a tener un diámetro superior a los dos metros, llegando a pesar estas últimas hasta 16 toneladas. Están construidas en piedras de granito Andesita y roca sedimentaria. Se cree que las piedras fueron transportadas por el río, desde muchos kilómetros de distancia, hasta su localización actual,